Hoy toca día cultural: ruinas romanas de Solin. Encontrar las ruinas de Salona es un poco complicado ya que hay pocas indicaciones. Mientras preguntamos a una señora, un coche para al lado y nos guía hasta la entrada. Allí vemos unas ruinas bien conservadas.
Para ver el resto (anfiteatro, teatro, foro,…) hay que pagar 20 kunas por cabeza. Accedemos al resto del recinto, donde lo más impactante es el anfiteatro. Con capacidad para 17.000 personas, fue el primero en el que se inventó la carne de cristiano como comida para los leones. La lástima es que tanta historia esté ahora rodeada de una autopista y algunas fábricas.
Volvemos al presente y nos dirigimos a la playa de Split. Parece que se está preparando una buena bacanal, pero en este caso no romana, está patrocinada por Absolut vodka. La playa parece una pista de baile, los porteadores entran cajas y cajas de bebida, y varios gorilas controlan la entrada. Fuera bomberos y policía. Parece que la fiesta será sonada. De nuevo nos encontramos con cemento en la orilla. Descansamos unos minutos y encaramos la parte final de la jornada: Split ‘la nuit’.
El Palacio Diocleciano es impresionante. Lo que ahora es el casco antiguo de Split fue la residencia del emperador romano Diocleciano cuando se retiró de la vida política. Actualmente se muestra como una perfecta combinación de historia y cultura en simbiosis con la vida nocturna de Split: bares, músicos, restaurantes, viviendas, comercios… Terminamos la jornada con una cena en una de las plazas del recinto y un paseo con helado incluido.
Una cena rodeados de historia imperial, 580 kunas; cucurucho de helado con dos bolas, 10 kunas; ver un espectáculo de fuego en la plaza de la Catedral, no tiene precio.
Jordi... tomas el sol a la misma velocidad que los demás ?
ResponderEliminarTu cambio progresivo de color, no tiene precio !!!
Kiss
La verdad es que ver que lo de los saltos tiene seguidores es una gozada....jajaja!
ResponderEliminarY gracias por traernos recuerdos de unas vacaciones ya pasadas.
Ondo pasa!